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lunes, 30 de mayo de 2011

LA IMPORTANCIA DE LAS COSQUILLAS

¿Las cosquillas sólo sirven para reírse?
El asunto no es tan sencillo…. Daniel Marcelli, psiquiatra infantil y director del servicio de psiquiatría de niños y adolescentes del CHU de Poitiers (Francia), nos explica lo que se esconde detrás de algo tan aparentemente anodino como las cosquillas.
 
¿Qué papel desempeñan las cosquillas en el desarrollo del niño o de la niña?
Las cosquillas desempeñan múltiples e importantes papeles. El más evidente, afecta al plano afectivo y emocional. El juego de las cosquillas es un juego compartido: la madre, el padre  y el hijo disfrutan juntos en un clima de ternura favorable a la plenitud.
Las cosquillas favorecen grandes instantes de intimidad: el intercambio de una mirada, un apretón de manos, una sonrisa compartida…

Pero las cosquillas tienen también una función en el plano físico: son una manera agradable para el niño de tomar conciencia de su
cuerpo. Ello es especialmente cierto cuando los padres nombran las partes del cuerpo en las que le están haciendo cosquillas. Es lo que ocurre, sobre todo, en los juegos del tipo de “la hormiguita que sube” por el pie, las pierna, la tripa, etc.

¿Son beneficiosas desde el punto de vista psicológico?
Por sorprendente que parezca, las cosquillas participan en la apertura relacional. Ya en sus primeros meses de vida, el niño descubre el placer de que lo toquen, de que unos dedos rocen su piel. Cuando el niño crece, a ese placer, la madre añade el factor sorpresa… El pequeño, que está acostumbrado al modo de actuar de su madre, se sorprende cuando ésta lo modifica: las cosquillas no llegan en el mismo momento, en el mismo lugar o al mismo ritmo.

El niño se sorprende y, si se siente confiado, se ríe. Lo que crea el juego es el desfase entre lo que esperaba y lo que ha ocurrido realmente. Gracias a ello, el niño aprende a aceptar e incluso a apreciar la incertidumbre. Se puede pensar, pues, que los niños a los que se les hace cosquillas tienen más probabilidades de convertirse en
adultos predispuestos a aceptar lo que no controlan y, por lo tanto, en adultos más abiertos.

Fuente: http://www.conmishijos.com/expertos-familia/las_cosquillas_en_el_desarrollo_del_nino/719


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